Coordinados por el grupo Justicia Fiscal, una gran cantidad de personas, en su mayoría jóvenes, juraron ante el Altar de la Patria que continuarán denunciando lo que denominan un “paquetazo impositivo inhunamo y criminal”, así como reclamando que el expresidente Leonel Fernández sea llevado ante los tribunales de la República.
Igualmente, responsabilizaron al presidente Danilo Medina de la muerte del estudiante uasdiano William Florián Ramírez y la profesora Ángela Moquete Méndez. El primero murió en una protesta contra de la reforma fiscal, mientras la educadora fue muerta en una manifestación por el servicio de agua en su ciudad Barahona.
En unas emotivas palabras, la estudiante de medicina Deborah Brito defendió la trayectoria de Florián Ramírez, y a la vez condenó el hecho de que se haya pretendido matarlo también moralmente bajo falsas acusaciones de delincuencia.
En medio de música, poesía, exhortaciones, drama, pancartas, letreros, redoblantes y vuvuzelas, la multitud gritaba su indignación ante la promulgación, el sábado último, de la reforma fiscal, que, lejos de entrar en vigencia en enero como se había anunciado inicialmente, parece será aplicada de inmediato debido a que la ley manda a que sea publicada en la Gaceta Oficial dentro de los primeros 10 días de ser firmada por el Poder Ejecutivo.
A la protesta se unieron la exvicepresidenta Milagros Ortiz Bosch y el dirigente perredeísta Deligne Ascención; el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Manuel María Mercedes; el veterano dirigente izquierdista Fidelio Despradel, el presidente de Alianza País, Guillermo Moreno; Fidel Santana, del Frente Amplio; Manuel Salazar, del Partido Comunista del Trabajo; Senén Caba, de Patria para Todos, y Secundino Palacios, de Fuerza de la Revolución.
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