La tragedia que enluta a la comunidad dominicana en el estado de Florida envuelve la vida de Eugenia Marte (Mary), Gladys Cabrera y Noelia González Brito. Una cuarta mujer, Marcia Santiago, se debate entre la vida y la muerte, después de que su excompañero sentimental irrumpiera en el salón de belleza donde trabaja y disparara contra todas las mujeres que se hallaban dentro.
Aunque la Policía de la ciudad de Scasselberry (condado de Osceola), donde ocurrió la tragedia, amplía la búsqueda de nuevos elementos, mantiene como principal responsable del sangriento tiroteo a Bradford Baumet, de 36 años, de quien se dice arremetió a tiros contra estas mujeres ensañado por los rechazos amorosos de la señora Marcia.
El mismo día que Bradford Baumet entró al salón y disparó a las damas presentes, Marcia tenía cita en la Corte del Condado de Orange, instancia apoderada de una orden de alejamiento por violencia doméstica que pesaba sobre el asesino, quien después de la matanza se suicidó baleándose. Esta orden de alejamiento fue emitida el pasado 9 de octubre.
La Policía dijo que además de estas muertes, Baumet presentaba un prontuario de hechos delictivos en diferentes zonas de la Florida.
La razón que impulsó a Baumet a atentar contra la vida de Marcia habría sido la negativa de esta mujer de aceptar la solicitud de reconciliación que le hacía el psicópata, quien además disparó a la compañera de trabajo de su amiga y a dos mujeres que nada tenían que ver con su condición de hombre despechado.
Contacto con familiares
Las tres mujeres fueron acribilladas en el salón Las Dominicanas M&M, nombrado así por las iniciales de sus propietarias, Eugenia o Mary y su socia Marcia Santiago, quienes al margen de llevar juntas las riendas de este negocio tenían muy buena relación de amistad. La matanza se produjo el mediodía del miércoles y los cuerpos fueron levantados por las autoridades locales a las 7:00 de la noche.
Los representantes diplomáticos de República Dominicana en Miami, desde que se enteraron del triple homicidio, se pusieron en contacto con familiares y allegados de las víctimas, para asistirlos en lo que entiendan pertinente y ayudarlos en la repatriación de los cadáveres, en caso de que sus parientes determinen no sepultarlos en la Florida.
La confusión por las muertes de estas mujeres ha sido de tal magnitud que los miembros del consulado apenas han tenido tiempo para confirmar la versión oficial sobre el origen de la matanza.
Un personal del consulado dominicana viajó desde Miami hacia Scasselberry, para hacer una investigación pormenorizada de lo ocurrido y remitirlo luego al Ministerio de Relaciones Exteriores de República Dominicana.
Se supo que hasta tanto la Policía no culmine las investigaciones preliminares de estas muertes, no entregará los cuerpos a sus familiares para la organización de los actos fúnebres. Queda por confirmar si los cadáveres serán sepultados en Santo Domingo o si sus parientes prefieren hacerlo en Florida. De todos modos, será en la próxima semana cuando los restos de las tres criollas podrán ser expuestos para ser despedidos por parientes, amigos y autoridades.
“Le hemos estado dando seguimiento al caso. Como aquí son tan detallistas en las investigaciones, uno tiene la impresión de que son muy lentos. Pero en realidad lo que pasa es que no les gusta dar una versión preliminar y después corregirla”, dijo el cónsul general en Miami, Manuel Almánzar Castillo, entrevistado vía telefónica por elCaribe.
Guillermo Agramonte, esposo de Noelia González, una de las acribilladas, confirmó que su compañera, de 28 años, tenía cinco meses de gestación.
Se investiga si el autor de este horrendo crimen es de origen dominicano, aunque por sus facciones y acento al hablar desde ya se da por descontado esta posibilidad.
Historia de Gladys
Aunque salió muy joven con su familia hacia Puerto Rico, en Altamira, Puerto Plata, lloran por el asesinato de Gladys Cabrera.
De este municipio salió cuando apenas contaba con nueve años de edad, cuando junto a su padre Aramis Cabrera y su hermana se fueron en busca de mejor suerte, pero nunca se olvidaron del terruño donde nació.
Cada mes, a la casa de Altagracia Cabrera, su vecina, llegaban una paca con ropa, comida y “hasta dinero le enviaban a los allegados”. En la casa 31 de la calle Hermanas Mirabal, solo quedaban viviendo su abuela Maruja Cabrera y una nieta, quienes tan pronto se enteraron en la tarde del jueves de la tragedia, salieron en un vuelo hacia la Florida.
En la comunidad se ofrecen dos versiones sobre el lugar donde será sepultada Gladys, madre de tres hijos. La primera, indica que sería enterrada en Puerto Rico, y la segunda, que será en Orlando, donde laboraba como empleada en el salón M&M. Se dijo que Noelia Cabrera Brito también era nativa de este municipio, nadie supo ofrecer detalles.
Bolívar Veras, primo de Gladys, la definió como una joven trabajadora y buena persona. “Aquí todos queremos esa familia, pues se comportan con nosotros de maravilla. Desde que se fueron, hace 35 años, no se olvidaron de los que dejaron aquí”, apunta Eddy Felipe Cabrera.
No obstante el agresor haberse suicidado, en Altamira sus vecinos y los parientes reclaman que sean profundizadas las investigaciones.
Esperan que sean ofrecidas las causas que llevaron al suicida a cometer el triple crimen. Lamentan que los hechos de violencia y de sangre de este tipo, dentro y fuera del país, terminen con la vida de mujeres que luchan y trabajan para brindar una mejor vida a sus hijos.
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