Inolvidables...

Hay quienes se especializan en ver el diamante en la roca, la gloria en la cruz y la virtud en el barro. Personas sencillas pero, cual ángeles, quitaron los cerrojos de esas almas selladas por el dolor y el miedo, sacudiendo sus culpas con la luz de una tierna mirada.

Sus corazones rasgaron el velo que les impedía ver la bondad de Dios. Los convencieron con sólo una sonrisa, los conquistaron con un solo abrazo.

Las personas inolvidables son almas junto a las cuales nuestros corazones viven lo irrepetible, lo inalcanzable o sencillamente lo indescriptible.

Experimentan la gracia de lo que no merecemos o nadie nunca nos daría. Pero son ellas la más viva expresión terrenal del amor sagrado y real, de un Jesús vivo e irresistible. l