De éstos, más de 50 son de nuevo ingreso, mientras los demás tienen tres y hasta cinco días internados.
En detalle, hasta ayer al mediodía, el hospital Luis Eduardo Aybar reportó 47 ingresos, 31 más que el pasado domingo; el Francisco Moscoso Puello, 21, para una diferencia de 11 casos con relación al día anterior.
El hospital Antonio Musa, de San Pedro de Macorís, tenía ayer 23 internados, siete más que el domingo; en el Juan Pablo Pina, de San Cristóbal, la diferencia es de 17 casos, al reportar 25 pacientes, mientras de cuatro usuarios que había en el Santo Socorro, la cantidad superó los 12.
Los pacientes, a decir de las autoridades de los hospitales, están en buen estado de salud, y algunos de ellos reciben hidratación oral, lo que en el protocolo para el manejo de los casos del cólera se conoce como etapa A.
En el hospital Francisco Moscoso Puello había ocho pacientes en condiciones delicadas, pero no de peligro, de acuerdo con autoridades del centro asistencial.
Las autoridades de Salud Pública atribuyen el incremento a la temporada de lluvias que afecta al país y que posibilita las infecciones diarreicas.
De ahí que en su batalla contra el cólera, el Ministerio de Salud Pública mantiene en alerta máxima el Sistema Nacional de Epidemiología. Eso implica la ampliación de la vigilancia en la ribera del río Ozama hasta el río Isabela.
El ministro de Salud Pública, Bautista Rojas Gómez informó que brigadas de Salud Pública intervinieron la pasada semana los sectores de Sabana Perdida, Villa Mella, Los Guarícanos, del municipio Santo Domingo Norte; Villa Duarte, La Ciénega, La Barquita y la Puya de Arroyo Hondo, del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo.
La acción busca también evitar el surgimiento de brotes de leptospirosis, malaria y el dengue, que en esta época alcanzan sus máximos niveles.
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