viernes, 5 de julio de 2013

¡Si Dios está!

Nuestra vida tan fugaz como intensa, se parece a la llama de un cerillo cuya mejor utilidad es encender a tantos corazones como sea posible. Sólo el amor, el verdadero amor, le da sentido a nuestros días, fuerza a nuestros latidos y una secuencia dulce a nuestro respirar. El amor nos transforma sobrenaturalmente, nos cita en cuadrantes de tiempo y espacio que nos promueven hacia la felicidad, la plenitud y la íntima convicción de que nada es significativamente provechoso ni valioso sin Su existencia.

¡El amor no es un resultado, ni un sentimiento, es una persona!

Si Dios está, está el amor; si está el amor, está la paz; si la paz permanece, la vida florece, a tal punto que hasta el desierto produce rosas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Arrestan a padre que “castigó” a su hija con un block en la cabeza

La Policía Nacional apresó al padre que “castigó a su hija de siete años, en la comunidad de Moca, haciéndola cargar un block. En las...