lunes, 15 de noviembre de 2010

Madres haitianas abandonan niños en hospitales POR MIGUEL PONCE

SANTIAGO. En lo que va de año, al menos 15 niños de nacionalidad haitiana, algunos afectados de VIH, han sido dejados abandonados en las puertas del Hospital Infantil Arturo Grullón.

Otros tres infantes fueron abandonados a su suerte en el Hospital Regional José María Cabral y Báez, según reportan las autoridades de ambos centros.

La directora del Arturo Grullón, Rosa María Morel, revela que uno de los casos más recientes fue el de dos gemelos prematuros que permanecieron durante cinco meses en el centro de salud.

Hace aproximadamente tres meses otros cinco menores de nacionalidad haitiana fueron abandonados en el hospital, y todavía permanecen en sus instalaciones.

“Nosotros les estamos dando su comida y sus pañales, pero tenemos el problema de que pueden infectarse de otras enfermedades”, apunta Morel al ser entrevistada por El Caribe.

Para trabajar con los pacientes de VIH fue habilitada una unidad de atención, dirigida por la doctora Genara Santana.

Morel dice que es tan frecuente que mujeres haitianas dejen sus hijos abandonados en las puertas del centro asistencial, que prácticamente se ha convertido “en el pan nuestro de cada día”.

Los casos son frecuentes en otros hospitales de la región Norte, según han confirmado autoridades de salud, aunque no precisan la cantidad de infantes abandonados.

El director del Hospital Regional José María Cabral y Báez, Nelson Báez Noyer, recuerda varios casos de parturientas haitianas que han dejado a sus bebés recién nacidos en la maternidad de ese centro.

Explica que no sólo ocurre con los niños, sino también con los adultos, muchos de los cuales han permanecido por varios meses en alguna sala del hospital. Cuenta que en varias ocasiones la administración se ha visto en la obligación de utilizar una ambulancia para trasladarlos a la zona fronteriza de Dajabón.

“Cuando están enfermos, muchas veces los llevan al área neonatal y sus madres aprovechan y se marchan, y luego no vuelven más”, afirma al referirse al abandono de los niños.

La situación, según Noyer, representa no sólo un costo económico, sino también un problema por la ocupación de las áreas del hospital. Dice que, debido a casos como los citados, algunos enfermos no han podido ser ingresados en el centro.

La subdirectora del Cabral y Báez, Soraya Castro, también denunció la pasada semana que muchas mujeres que acuden con sus hijos en busca de atenciones los dejan abandonados, lo que, a su juicio, constituye una carga para el Estado.

Castro aseguró que la dirección del hospital se ve precisada a remitir los menores abandonados al Consejo Nacional de la Niñez (Conani).

Consideró que los casos de abandono también son difíciles por el problema del idioma, ya que los mayoría de los infantes no hablan español.

De acuerdo con la funcionaria, el Estado gasta millones de pesos en atender a haitianos enfermos y parturientas.

La directora del Infantil Arturo Grullón respalda los pronunciamientos de Castro en ese sentido. Morel dice que una parte importante de los recursos que destina el Ministerio de Salud Pública es consumida por pacientes que son traídos desde la vecina nación.

“Nosotros damos atención a los niños haitianos, y el 30 por ciento del presupuesto asignado al centro de salud se consume en estos pacientes”, se queja.

Preocupante

Nelson B. Noyer
Dir. Cabral y Báez
“Nuestro problema ha sido que muchas veces lo han tomado como una sinvergüencería cuando dejan sus hijos abandonados. Una vez nos pasó con una madre que había negociado con alguien, y cuando sacó su hijo lo entregó a otra persona y luego dijo que se lo habían robado”.

Rosa M. Morel
Directora del Grullón
“El 30 por ciento del presupuesto que recibimos nosotros en este hospital es consumido por los pacientes extranjeros, de nacionalidad haitiana. Resulta altamente preocupante la cantidad de niños haitianos dejados abandonados por sus madres en este hospital”.

Estadísticas de parturientas

De acuerdo con los informes ofrecidos por las autoridades hospitalarias de la región Norte, entre un 12 a 18 por ciento de las parturientas que acuden a centros de salud de la zona del Cibao son de nacionalidad haitiana.

Algunas son traídas de forma irregular, en su mayoría desde Juana Méndez y otros puntos de Haití para alumbrar en centros de salud de República Dominicana.

Muchas de ellas son traídas, mientras están embarazadas, y colocadas en las calles del Centro Histórico de Santiago, donde piden y luego entregan el dinero a las personas que las trasladan.

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