NUEVA YORK-. Las autoridades de Boston acusaron ayer jueves formalmente a Eldrick D. Broom, sospechoso por el asesinato de la dominicana Rossana Camilo, (Mirielle) quien fue violada y estrangulada el 21 de noviembre del 2011 y cuyo cadáver fue encontrado en su apartamento en el vecindario Mattapan por su hija de 16 años de edad.
El acusado de 27 años de edad, fue instruido de los cargos de violación sexual agravada y homicidio en primer grado en la Corte Superior del condado Suffolk. Reiteró su no "culpabilidad" en el hecho, pero los fiscales aseguran contar con contundentes evidencias que lo incriminan en el asesinato de la dominicana.
El fiscal Daniel F. Conley dijo al tribunal que las pruebas del ADN que se le hicieron a las uñas del cuerpo de Camilo, coinciden con el ADN de Broom. El juez Gary D. Wilson ordenó la detención de Broom sin derecho a fianza.
El acusado fue arrestado en diciembre y en una vista preliminar en la corte de la ciudad de Dorchester, su abogado defensor Norman Zalkind, dijo que su cliente "no es muy inocente".
Un Gran Jurado determinó causa probable para acusarlo y ordenó su arresto, basándose en las evidencias.
La víctima, quien también dejó en la orfandad un niño de 17 meses, por el que se había mudado a Boston para mantenerlo en tratamiento en el hospital infantil, residía en un apartamento del sótano en el edificio 150 de la avenida Fairlawn.
Cuando su hija llegó de la escuela, halló a la madre muerta y semidesnuda y el niño llorando en su cuna. El acusado vivía en un apartamento cercano a la vivienda de Camilo por lo que la conocía.
En agosto del 2011 fue arrestado por golpear a su novia embarazada, se declaró culpable y fue liberado bajo su propia responsabilidad, pero acorde con su récord su prontuario criminal es extenso. Los fiscales lo describieron como un ex fugitivo de la justicia de Alabama, donde había cometido otros delitos.
Además fue arrestado en el sector Brookline una semana después del asesinato de Camilo y se le acusó de deshonestidad manifiesta y conducta desordenada grave por haber sido sorprendido orinándose en una pared de un edificio público.
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