Los cadáveres de tres menores de edad, fallecidos de forma extraña, y cuyas causas de muerte aún no han sido determinadas, fueron encontrados ayer, en el sitio conocido como Amiama Gómez, del distrito municipal de Távara Arriba, en esta provincia de Azua, en una zona boscosa, próxima al estadio de béisbol de la comunidad. Según versiones de los vecinos del lugar, los niños acostumbraban a penetrar en estos bosques en busca de un arbusto conocido como “Palo de Barraco”, que las amas de casa usan como escoba, y que vendían, como negocio, “para el sustento diario de la familia, ya que dos de ellos, Lisandro Segura, de 9 años de edad, y Luis Alberto Segura, de 10 años, eran hermanos y huérfanos de madre, una señora solo conocida como Altagracia.
Empero el patólogo forense que recibió los cuerpos sin vida de los menores en el Instituto de Ciencias Forenses, de Azua (INACIF), explicó que los nombres de los hermanos Segura no se habían podido establecer con precisión.
Mientras el tercero de los menores, Alejandro Segura Félix, de 12 años, hijo de Leanny Yovanny, era primo de los hermanitos Segura.
Según versiones los restos de los menores fueron encontrados por vecinos de la comunidad Amiama Gómez, cerca de las 9:30 de la mañana, quienes dieron parte a las autoridades policiales del lugar.
Cerca del mediodía, una comisión encabezada por el procurador fiscal de Azua, Rafael Brito, agentes de la policía investigativa y médicos forenses del área, se apersonaron al lugar, donde hicieron el levantamiento oficial de los cuerpos sin vida y los trasladaron al Instituto de Patología Forense de Azua, para las experticias de lugar.
LA POLICÍA INVESTIGA LAS CIRCUNSTANCIAS
ESPERAN RESULTADOS DE LAS AUTOPSIAS
La Policía informó anoche que investiga las circunstancias en que resultaron muertos los tres menores, entre ellos dos hermanos, cuyos cadáveres fueron encontrados sin presentar signos de violencia.
Las autoridades presumen que fallecieron a causa de intoxicación al ingerir algún alimento. Dijo que los menores Alexander Féliz Segura, de 11 años, y los hermanos Isaías y Alexander Segura, de 11 y 9, respectivamente, murieron por causa pendiente a determinar en el Instituto Nacional de Patología Forense, donde fueron enviados los cadáveres, para que les sean practicadas autopsias.