El director de la comisión económica del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Arturo Martínez Moya, señaló que ese compromiso con el FMI está registrado en el Presupuesto General, porque indica que el gobierno tendrá un déficit de 34 mil millones de pesos.
“Ese objetivo de 34 mil millones es una meta muy fuerte que le ha impuesto al país el FMI, porque en el presupuesto del año 2010 se previó un déficit de 47 mil millones de pesos y va a concluir con uno de alrededor de 70 mil millones”, expresó.
Precisó que el gobierno buscará no pasar de ese déficit para el 2011 aumentando el peaje, el impuesto a las placas de automóviles, el cobro del impuesto de Proindustria a todas las empresas, la indexación a los combustibles y de no ser suficiente realizaría una reforma tributaria.
El vicepresidente del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Víctor Bisonó, afirmó que un aumento de la presión tributaria es un incremento de impuestos, lo que a su entender es negativo en una economía en la que se produce un alto nivel del gasto corriente y del endeudamiento.
“Este es un gobierno que tiene una política económica diseñada para tener cada vez más gastos corrientes, como se evidencia en el anuncio de 600 mil tarjetas más de Solidaridad”, puntualizó.
Sostuvo que el país necesita un plan de austeridad y de inversión para el desarrollo de la producción y el financiamiento de la pequeña y mediana empresa, además de un recorte de gastos en la nómina pública y de viajes al exterior. Mientras, el presidente del Partido Demócrata Institucional (PDI), Ismael Reyes, estimó que aumentar los impuestos a las empresas arrojará a las calles más personas desempleadas y elevará la pobreza.
Deploró que en lugar de realizar planes tendentes a aumentar el nivel de los empleos en el país y reducir la carga tributaria a la población, el gobierno se comprometa a buscar más ingresos de los bolsillos de los dominicanos.
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