Helen cursaba el tercer año del bachillerato, en el liceo Fidel Ferrer, del ensanche La Fe, en el Distrito Nacional. Su muerte se produjo cuando regresaba a su casa de ese centro educativo. Unos individuos la sorprendieron a ella y a otros cinco compañeros, dos de los cuales también resultaron heridos de bala.
Los vecinos cuentan que cerca de las 8:00 de la noche escucharon unos cuatro disparos y que luego vieron a correr asustados al grupo de estudiantes que ese momento ignoraban que una bala había impactado de muerte el corazón de Helen. La joven fue llevada a un centro médico cercano, pero los médicos no pudieron salvarla.
Esta chica llegó hace poco de Mariland, Estados Unidos. Regresó porque quería vivir con sus padres. Unos padres que hoy estaban tan impactados con la noticia que apenas podían creerlo. Las razones de su muerte son investigadas por un equipo de agentes que ayer inspeccionaban vehículos, interrogaban personas y negociantes de la calle Ramón Cáceres del sector donde cayó herida Helen.
“Mi hermana no era de nada. A veces la invitaba al cine, pero ni eso quería”, expresaba su hermano, Jancarlo Pérez, con dolor reflejado en la cara, mientras esperaba el cadáver de su hermana en Patología Forense. De este Patología el cadáver de Helen fue trasladado a un club del Ensanche Kennedy, para ser velada por sus parientes y amigos. Fue metida en un ataúd gris con vestido blanco.
Los estudiantes heridos son los estudiantes John Hansel Terrero Mateo, de 18 años y Juan Carlos Tejada Villar, de 22. Hasta este jueves, la Policía había interrogado más de 15 personas, en busca de alguna pista que permita ubicar y apresar a los autores, quienes supuestamente se trasladaban en un carro marca Toyota Corolla.
En el sector donde mataron a Helen no hay un destacamento policial, y aunque los residentes aseguran que hay patrullaje exigen que haya una dotación a tiempo completo. Esto para evitar que se produzcan asaltos en horas de la noche y el día. En el ensanche Kennedy, la gente también se queja de que los delincuentes mantienen al garete a sus residentes.
En ensanche La Fe, donde cayó Helen, entienden que si la Policía construye un destacamento podrán vivir más tranquilos, sin el sobresalto de que algún antisocial los sorprenda en cualquier momento y arremeta en su contra, como pasó con la estudiante Helen.
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