Algunos fueron separados de la institución por su participación activa en política partidarista durante las pasadas elecciones presidenciales, como el caso del capitán Edward M. Candelier Cruz, hijo del exjefe policial, Pedro de Jesús Candelier.
Los sospechosos de delitos como robos, narcotráfico, intento de homicidios, venta de armas ilegales o prestar su arma de reglamento, así como de participar en bandas de delincuentes, fueron cancelados y sometidos a la justicia ordinaria.
Entre los cancelados, figuran el teniente coronel Manuel Ysaac José Polanco; el primer teniente Máximo Ramírez Eustaquio y el segundo teniente Elvin Fulgencio Calderón, quienes estaban adscritos a la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), pero supuestamente daban protección a grupos de narcotraficantes de Boca de Yuma y San Rafael del Yuma, en el Este.
El capitán Lucas López Pérez reprimió una patrulla policial en Barahona porque incautaron a un civil un arma ilegal y tenía un record de faltas continuas. El arma fue prestada por el cabo Kennedy Fernando Zaten Pérez, quien también fue cancelado.
El primer teniente Mario Eliseo Vargas Álvarez se desapareció por diez días y dejó abandonado su servicio, mientras que el también primer teniente Manuel S. Morillo Valdez está acusado de estafar a varios ciudadanos que tenían problemas de créditos para vehículos.
Fue retirado también el segundo teniente Mariano Sánchez Suero, quien impidió que se incautara una máquina tragamonedas en Yamasá, alegando que era de su propiedad, y por igual el capitán Santo Antonio Solano Hernández, quien liberó a un delincuente que estaba detenido en el cuartel de Gurabo, Santiago.
El teniente Ramón Leyba vendió por 15 mil pesos un carro que había sido robado en Bayaguana, mientras los tenientes José Lorenzo Rosario y Carlos Manuel de Jesús Ortiz, se dedicaban a extorsionar haitianos bajo amenazas de deportarlos.
Entre los cancelados están, además, el teniente César Eutacio Philips, por supuestamente ordenar la libertad de varios vendedores de drogas en el Cruce de Ocoa; el segundo teniente Luis E. de León Rosario, acusado de exigir sobornos a narcotraficantes y delincuentes luego de sorprenderlos en flagrante delito; el teniente José Darío Sierra Herrera, a quien se le imputa vender un carro ajeno que le alquilaron para trabajar como taxista. Ni pagó el alquiler ni devolvió el vehículo. Al teniente Cruz Danilo Martínez Vallejo se le acusa de vender una pistola robada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario