“Ese hombre, de rozarle, estaba llamando a todo el mundo a matarse, le decia malas palabras, ya no quiero nada con él, yo quiero que me deje en paz”, dijo Nélsida visiblemente perturbada. Además de su trabajo en una banca de apuestas, en la mañana labora en una fritura familiar, ya que tiene una hija de seis años, procreada con Vásquez, a la que mantiene. También ayuda a su madre, que está ciega, y se sostiene ella.
Relación tormentosa
La versión de Vásquez, de que Nélsida le dijo que no se casarían, es equivocada, pues, de acuerdo con distintas versiones, esa relación había terminado hace meses como consecuencia de los maltratos a los que era sometida. Al momento se ser ingresado al hospital Cabral y Báez, donde fue llevado luego cortarse el pene, presentaba un cuadro violento y hasta intentó golpear a médicos y enfermeras que lo curaban. Al conversar con periodistas, Luis Rafael, quien hasta hace poco se desempeñaba como ebanista, narró que padece epilepsia y no se dio cuenta de lo sucedido.
La versión fue desmentida por Nélsida, ya que antes de cometer el hecho le hizo una escena de celos frente a la banca donde labora en la tarde. l Miguel ponce
Médicos dicen que la operación fue exitosa
Aunque se encuentra fuera de peligro, en el cuarto nivel del hospital regional José María Cabral y Báez, Vásquez es mantenido amarrado para impedir que pueda escapar, pues antes de intentar cortarse el pene también buscó otras formas de quitarse la vida. El equipo de urólogos que lo atendió explicó que logró estabilizarlo de las heridas que se provocó y recuperará su miembro
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