Entre el 70 y el 80 por ciento de las muertes maternas que ocurren en clínicas y hospitales es evitable. En República Dominicana más del 98 por ciento de los nacimientos ocurren dentro de establecimientos de salud, sin embargo, las muertes de parturientas siguen siendo una realidad latente.
Especialistas en el área lo vinculan al cuidado en la atención médica que se presta a la paciente durante el proceso del parto dentro del centro asistencial.
No obstante, esos hechos que hasta hace poco quedaban en el secreto de la sala de parto o de cirugía, ya son ventilados por comités de vigilancia creados a lo interno de los hospitales que los investigan en busca de las razones, mientras cada vez más familiares de víctimas crean conciencia y acuden al Ministerio de Salud Pública exigiendo explicaciones, e incluso, ha despertado el interés por las demandas judiciales.
De ahí que en los últimos dos años, seis médicos han sido cancelados y más de una decena han recibido sanciones con suspensiones laborales sin disfrute de sueldo y hasta con volver a las aulas a recibir entrenamiento, tras constatar responsabilidades o negligencias.
De los 110 casos de demanda médica que tiene bajo estudio el Colegio Médico Dominicano (CMD), unos 30 corresponden al área de gineco-obstetricia y de ellos seis son por mortalidad materna. De los casos que se ventilan judicialmente, cuatro han ocurrido en clínicas privadas y dos en hospitales.
Dos de los casos más recientes de cancelación de médicos se registraron en San Pedro de Macorís, tres en Villa Mella y uno en Neiba. Con estas sanciones, afirma José De Lancer, director de Materno Infantil y Adolescente del Ministerio de Salud Pública se busca crear conciencia y dar ejemplos.
Asegura que el 100 por ciento de las muertes maternas que se registran en clínicas y hospitales del país es auditada, y que en las sanciones que se han aplicado el Colegio Médico Dominicano, entidad defensora de la clase médica, ha protestado, pero sin la tradicional consistencia, porque ha entendido que hay casos graves.
Reclamos
Aunque todavía la población dominicana no asume como un derecho el reclamo cuando se registra una muerte materna, poco a poco eso ha ido cambiando, y con frecuencia De Lancer recibe padres en busca de explicación, solicitar una investigación o del expediente para fines legales.
Aunque todavía la población dominicana no asume como un derecho el reclamo cuando se registra una muerte materna, poco a poco eso ha ido cambiando, y con frecuencia De Lancer recibe padres en busca de explicación, solicitar una investigación o del expediente para fines legales.
En su oficina permanecen decenas de carpetas cada una conteniendo el caso de una parturienta fallecida.
En su celular aún conserva la foto de una madre y su hija de 19 años, que con apenas dos días de graduada de bachiller, falleció en el momento del parto. La madre acudió a su oficina en busca de una explicación, ya que no sólo falleció su hija, sino la única esperanza de salir de la extrema pobreza que tenía, porque dentro de sus planes estaban los de ir a la universidad.
Cuenta que saliendo de la fiesta de graduación ella empezó a sentirse mal, la llevaron a una clínica, de ahí la despacharon, pasó a un hospital, también la despacharon, pasó el domingo, el lunes convulsionó, llegó grave al hospital, le hicieron el parto, fue a intensivo y murió.
En la foto se observa a una joven alegre vestida con su toga y birrete.
SALUD PÚBLICA INVESTIGA EL 100% DE LAS MUERTES
José De Lancer dirige el Servicio Materno Infantil y Adolescente del Ministerio de Salud Pública, asegura que se investiga el 100% de las muertes maternas aunque la familia no reclame.
José De Lancer dirige el Servicio Materno Infantil y Adolescente del Ministerio de Salud Pública, asegura que se investiga el 100% de las muertes maternas aunque la familia no reclame.
La pesquisa incluye que el epidemiólogo vaya a la casa de la paciente a entrevistar a familiares y vecinos, y levantar un acta llamada autopsia verbal que se suma al expediente médico. También hace una investigación clínica, la hora en que llegó al hospital, que pasó, qué medicamento se usó, qué médico la atendió, entre otras, luego el caso es auditado en el nivel central.
HOSPITALES CON MAYOR REGISTRO
El año pasado el país registra 173 muertes maternas. Los hospitales que mayor cantidad de muertes notificaron fueron la maternidad Nuestra Señora de la Altagracia con 27, el hospital Antonio Musa con 17 defunciones, el José María Cabral y Báez con 21 muertes, y el Luis Eduardo Aybar, con 20 muertes maternas.
El año pasado el país registra 173 muertes maternas. Los hospitales que mayor cantidad de muertes notificaron fueron la maternidad Nuestra Señora de la Altagracia con 27, el hospital Antonio Musa con 17 defunciones, el José María Cabral y Báez con 21 muertes, y el Luis Eduardo Aybar, con 20 muertes maternas.
De las muertes del año pasado, 50 corresponden a la provincia de Santo Domingo, 17 al Distrito Nacional, 19 a Santiago y 11 a San Pedro de Macorís, de acuerdo a cifras oficiales.
MUCHOS QUEDAN EN LAS CALLES
Los niños que quedan huérfanos a temprana edad son más propensos a caer en condición de la calle, destaca el consultor de la OPS, Erick Rouselin, al citar un estudio de Unicef.
Los niños que quedan huérfanos a temprana edad son más propensos a caer en condición de la calle, destaca el consultor de la OPS, Erick Rouselin, al citar un estudio de Unicef.
SECUELAS DE UNA MUERTE MATERNA
Las secuelas que deja una muerte materna son muchas, asegura la representante local de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Lilian Reneau-Vernon, quien la define como una tragedia, ya que ninguna mujer debe morir de parto. Dice que el impacto es grave y de múltiples enfoques. Las consecuencias se agravan aún más, afirma la especialista, en los tiempos actuales donde cada vez más mujeres son jefas de hogares, porque cuando ella muere cobra matices de tipo emocional y económico. “Si es una familia de escasos recursos, entonces entra en una profunda pobreza, con menos oportunidades de acceder a servicios de educación y salud”.
Las secuelas que deja una muerte materna son muchas, asegura la representante local de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Lilian Reneau-Vernon, quien la define como una tragedia, ya que ninguna mujer debe morir de parto. Dice que el impacto es grave y de múltiples enfoques. Las consecuencias se agravan aún más, afirma la especialista, en los tiempos actuales donde cada vez más mujeres son jefas de hogares, porque cuando ella muere cobra matices de tipo emocional y económico. “Si es una familia de escasos recursos, entonces entra en una profunda pobreza, con menos oportunidades de acceder a servicios de educación y salud”.
Para el doctor De Lancer el impacto de una muerte materna en la familia está estudiado a nivel internacional. Entre ese impacto, cita, que los recién nacidos dejados por la madre que muere tienen mucho menos probabilidades de sobrevivir y mayor probabilidad de morir antes de los cinco años; y los que sobreviven tienen más propensión de sufrir de desnutrición y enfermedades propias de la infancia. Además, esos niños tienen mayor propensión a tener menor escolaridad y más deserción escolar; sufren más abandono de parte de quienes los crían, los índices de delincuencia son mayores y también los del consumo de drogas.
Cuando la madre muere, destaca, la paternidad irresponsable, que de por sí es un problema, se ve empeorada, ya que lo que tiende hacer el hombre es buscar otra mujer que generalmente no le da el amor y el cariño a esos hijos, en el caso de que se los lleve, porque por lo general se los deja a la familia materna.
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