Ambos vecinos aseguran que no lo pensaron dos veces para olvidar las festividades de año nuevo que aún estaban vivas en el sector Juan Pablo Duarte, de Higu¨ey, para entrar a la casa cuando sintieron el fuerte olor a gas que salía del inmueble, justo en el momento en que inició el fuego.
“Yo pude sacar una chiquitica en mis brazos, no sé cuantos años tiene pero era bien chiquita”, dice Juan Francisco Nova, mientras con rostro, brazos y parte de la cabeza y el abdomen vendados fruto de las quemaduras que presenta, esperaba junto a Moronta Morillo para ser curados en la Unidad de Quemados Pearl F. Ort de la Ciudad Sanitaria Luis Eduardo Aybar.
En el incendio, que de acuerdo a la versión ofrecida por vecinos y familiares de los quemados, fue provocado por el padre de los niños que incendió un cilindro de gas, resultaron con quemaduras siete personas, entre ellos él, la esposa, una niña y cuatro vecinos que entraron a la vivienda a rescatar a la familia.
La niña está ingresada en la unidad de cuidados intensivos del hospital infantil Robert Reid Cabral con quemaduras de segundo y tercer grado en el 70 por ciento de su superficie corporal y, aunque su condición es crítica, ayer se encontraba estable y los médicos estaban planeando conectarla a un ventilador.
Los padres de la niña están ingresados en la Unidad de Quemados del Aybar, en condiciones delicadas. Mientras los cuatro restantes están recibiendo atenciones ambulatorias.
Los cuatro niños que resultaron ilesos están al cuidado de su abuela.
Moronta Morillo presenta quemaduras en el 30 por ciento de su cuerpo. Dice sentirse bien con él mismo porque trató de salvarle la vida a personas indefensas.
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