La joven con nueve meses de embarazo y a punto de alumbrar, fue asesinada en la habitación trasera de la casa número 64 de la calle Juan Mejía de esta ciudad, por una persona que logró introducir un arma de fuego por la persiana y que tan pronto cometió el hecho huyó del lugar.
Mientras en la mañana de ayer, una multitud consternada acudió al cementerio municipal de aquí a sepultar a Hiciano Jiménez, quien fue asesinada la madrugada de este lunes en su propio dormitorio.
Alexandra recibió un balazo en el costado izquierdo con orificio de entrada y salida que le produjo la muerte instantáneamente, por lo que fue imposible salvar a la criatura que llevaba en el vientre, informó el capitán Benjamín Mota Ureña, comandante del Departamento de Homicidios de la Policía local.
En tanto que, José Antonio Hiciano Jiménez, hermano de la víctima y quien estaba en la casa cuando ocurrió el suceso, dijo que de inmediato procedieron a llevar a la mujer al hospital para tratar de salvar a la criatura, pero esto fue inútil, ya que el producto también murió por falta de oxígeno.
En la escena del crimen fue encontrado un casquillo de pistola calibre nueve milímetros y hay tres personas detenidas que están siendo investigadas con relación al caso. Hasta el momento se desconocen las causas del “brutal asesinato”, según calificaron vecinos, familiares y amigos de la víctima.
Una comisión compuesta por el fiscal Félix Heredia, los coroneles Leta Castro y Polinario, investigan el hecho de sangre que ha enlutado y consternado a Monte Plata.
Mientras otros lloraban de forma desconsolada en medio de escenas de dolor y profundo pesar.
Rudelania Aquino, vecina de la víctima, aseguró que Alex era una mujer muy trabajadora y estudiosa que cursaba el tercer año de carrera universitaria, por lo que su muerte no debe quedar impune.
“Ella se preparaba para tener su primera hija biológica, ya que estaba criando una niña de 10 años a quien también le mataron su madre”, informó Aquino.
“Queremos justicia, queremos justicia, queremos justicia”, vociferaba la concurrida caravana que acompañó a Alexandra hasta su última morada.
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