Parquear autos en vías se ha convertido en negocio lucrativo para quien lo desempeña y en gran molestia para los conductores, que consideran un fastidio deber someterse a que otro parquee su auto sin garantías de que está seguro. Algunos los llaman los “dueños de las calles”, porque muchos se creen con el derecho de exigirle al conductor dónde debe posicionar su vehículo y a qué costo.
No pocos conductores guardan experiencias amargas sobre parqueadores que les agredieron o dañaron su vehículo por declinar usar sus servicios.
Darío Pérez, abogado, expuso que próximo a la Zona Colonial se resistió a que uno de esos parqueadores lo ubicara. Cuando volvió a su carro lo encontró con rayas que se notaban fueron hechas de manera intencional."Eso es un dolor de cabeza.
Ellos no están cuidando nada y ni siquiera te ayudan a parquearte. Encima tienes que pagarles. Es el colmo", dijo.
Los parqueadores informales se conocen entre ellos y se dividen la zona de esquina a esquina. Conductores denuncian el enojo que les produce lidiar con ellos los días de grandes eventos, como conciertos en el Teatro Nacional o los partidos de béisbol en el Estadio Quisqueya. Imponen tarifas desde 50 hasta 200 pesos, de acuerdo al tipo de evento, por “cuidar” el vehículo en la vía pública.
El director de Tránsito y Movilidad del Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN), Andrés Martínez, narra su propia experiencia: “A mí me ha pasado que a la hora que voy a retirar mi vehículo, me doy cuenta que no tengo menudo. El muchacho se molesta y ahí empieza la discusión. Es una situación muy desagradable”.
Señaló que el ADN no tiene en proyecto trabajar con los parqueadores informales, pero que sí están en negociaciones con empresarios para construir estacionamientos privados en las zonas más críticas de la ciudad. Consideró que en la medida en que se aumente la disponibilidad de parqueos, irá desapareciendo ese tipo de “prestadores de servicios”.
Los primeros parqueos se pretenden construir en Ciudad Nueva, en las inmediaciones del parque Eugenio María de Hostos, explicó Martínez. La segunda etapa se agotará en el Centro de los Héroes, que concentra una gran cantidad de oficinas públicas que no cuentan con parqueos ni para sus empleados.
“Nos hemos reunido con empresarios franceses y estadounidenses, algunos asociados con dominicanos”, indicó Martínez.
Muchos parqueadores informales han tenido la visión de crear estacionamientos en solares baldíos de zonas concurridas, como los alrededores de las oficinas públicas Juan Pablo Duarte.
Sin institución que los regule, imponen sus tarifas por hora al conductor, al que por necesidad, no le queda otra opción que aceptar.
Los parqueadores le cobran una cuota si pierde el frágil boleto y especifican que no se hacen responsables de los objetos que dejen en el vehículo.
Marién de Martínez, residente en Ciudad Nueva, cree que se debe dotar de identificación a quienes se dedican al oficio de parquear para al menos tener una constancia de que no se trata de un delincuente.
hay excepciones
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