A pesar de estar prohibidas y de los saldos lamentables que han dejado los accidentes, las carreras clandestinas de motocicletas no se detienen.
En muchas ocasiones estas carreras clandestinas tienen fanáticos que hacen sus apuestas sin medir consecuencias y sin importar el hecho de que ponen en peligro a otras personas.
Tienen sus espacios preferidos y entre estos figuran algunos tramos de la Circunvalación Norte, la carretera Santiago- Tamboril, la Yapur Dumit, autopista Santiago-Navarrete y la Hispanoamericana.
Su horario preferido es el nocturno. Para conducir motocicletas no hay muchas reglas y las que hay disponibles solo se aplican durante el día en algunos puntos de la ciudad y en las denominadas redadas o puntos de chequeos improvisados.
Otra travesura que ahora es muy común entre los que gustan de las motocicletas, es la aventura de correr en una sola goma, sobre todo jovencitos que buscan llamar la atención mientras conducen.
Aventura peligrosa
A estos corredores compulsivos no les importa si al tratar de mantener el equilibrio rozan vehículos, provocan una caída o golpean al que anda a pies o en otra moto.
Esta acción ha generado innumerables accidentes, muchos de ellos lamentables. El distrito municipal de Canca La Reina, provincia Espaillat, es una de esas comunidades que vive en zozobra por la forma irresponsable en que algunos conducen sus motocicletas y han sido varios los jóvenes muertos, heridos o que han quedado con lesiones permanentes, como consecuencia de la alta velocidad.
La competencia entre motorizados que andan en una sola goma es el diario vivir en ese distrito municipal y en cualquier calle de los municipios que conforman la provincia de Santiago, por lo que reclaman de las autoridades poner controles para que más jóvenes no pierdan sus vidas en este desafío.
Irresponsabilidad que termina en tragedia
Alejandro Peña murió cuando se desplazaba acostado sobre un motor y chocó con un poste del tendido eléctrico en el cruce de Guazumal en el municipio de Tamboril. En tanto que Guillermo Paulino, de 24 años y residente en Canca La Reina, murió cuando perdió el control de la motocicleta que conducía mientras hacía apuestas con otros jóvenes en esa comunidad.
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