Beirut, 31 de Marzo (EFE).- Al menos 5.081 personas han muerto en Siria por los bombardeos de la aviación de Rusia, aliada del Gobierno de Damasco, que inició las operaciones aéreas en el país árabe el pasado 30 de septiembre, según el recuento del Observatorio Sirio de Derechos Humanos. De esos fallecidos, al menos 1.869 eran civiles, entre los que hay 446 menores de edad y 278 mujeres.
Los ataques de la fuerza aérea de Rusia también causaron 1.626 bajas en las filas del grupo terrorista Estado Islámico (EI) y 1.586 de combatientes de facciones rebeldes e islámicas y del Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda. Las autoridades de Moscú justifican su intervención militar en Siria para luchar contra organizaciones terroristas, aunque el Observatorio y opositores sirios acusan a su aviación de haber llevado a cabo bombardeos en áreas civiles y contra brigadas del Ejército Libre Sirio (ELS).
Rusia comenzó la retirada de la mayor parte de su fuerza aérea el pasado 15 de marzo, coincidiendo con el quinto aniversario del inició del conflicto en Siria. Pese a este repliegue, en la base siria de Hamimim, en la provincia costera de Latakia, permanecerán al menos cuatro cazabombarderos SU-35, una decena de helicópteros, carros de combate T-90S, transportes blindados y sistemas de defensa antiaérea.
El presidente sirio, Bachar al Asad, declaró ayer que Rusia mantendrá su presencia militar en Siria, incluso cuando se restablezca la seguridad, no solo para hacer frente al terrorismo sino también para frenar los “deseos hegemónicos de Occidente”, en una entrevista a la agencia rusa RIA Nóvosti. “Occidente, tanto durante la Guerra Fría como después, no ha cambiado de política- quiere hegemonía a la hora de tomar decisiones internacionales. Necesitamos las bases militares (rusas) para garantizar el equilibrio en el mundo”, dijo Al Asad.EFE
Beirut, 31 de Marzo (EFE).- Al menos 5.081 personas han muerto en Siria por los bombardeos de la aviación de Rusia, aliada del Gobierno de Damasco, que inició las operaciones aéreas en el país árabe el pasado 30 de septiembre, según el recuento del Observatorio Sirio de Derechos Humanos. De esos fallecidos, al menos 1.869 eran civiles, entre los que hay 446 menores de edad y 278 mujeres.
Los ataques de la fuerza aérea de Rusia también causaron 1.626 bajas en las filas del grupo terrorista Estado Islámico (EI) y 1.586 de combatientes de facciones rebeldes e islámicas y del Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda. Las autoridades de Moscú justifican su intervención militar en Siria para luchar contra organizaciones terroristas, aunque el Observatorio y opositores sirios acusan a su aviación de haber llevado a cabo bombardeos en áreas civiles y contra brigadas del Ejército Libre Sirio (ELS).
Rusia comenzó la retirada de la mayor parte de su fuerza aérea el pasado 15 de marzo, coincidiendo con el quinto aniversario del inició del conflicto en Siria. Pese a este repliegue, en la base siria de Hamimim, en la provincia costera de Latakia, permanecerán al menos cuatro cazabombarderos SU-35, una decena de helicópteros, carros de combate T-90S, transportes blindados y sistemas de defensa antiaérea.
El presidente sirio, Bachar al Asad, declaró ayer que Rusia mantendrá su presencia militar en Siria, incluso cuando se restablezca la seguridad, no solo para hacer frente al terrorismo sino también para frenar los “deseos hegemónicos de Occidente”, en una entrevista a la agencia rusa RIA Nóvosti. “Occidente, tanto durante la Guerra Fría como después, no ha cambiado de política- quiere hegemonía a la hora de tomar decisiones internacionales. Necesitamos las bases militares (rusas) para garantizar el equilibrio en el mundo”, dijo Al Asad.EFE
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