La policía dijo que recibió una llamada para acudir a un departamento de Arbaer, un suburbio de Reikiavik, por la mañana, cuando un hombre disparó una escopeta desde el interior.
Dos agentes inermes fueron recibidos a tiros cuando trataron de entrar en el apartamento del sospechoso. Testigos relataron a la prensa local que una bomba de humo fue arrojada al interior del departamento a través de una ventana rota para tratar de someter al sujeto. Una unidad armada especial entró después y disparó contra el individuo, quien murió luego de ser trasladado al hospital. Nadie más resultó herido.
"Todos los miembros disponibles de la policía fueron enviados y trataron de someterlo, pero no tuvieron éxito", dijo el comisionado de la Policía Metropolitana de Reikiavik Stefan Eiriksson en una conferencia de prensa, de acuerdo con el portal de noticias Visir. "El hombre comenzó a disparar por la ventana del apartamento y fue cuando se decidió tomar medidas".
No se sabe con precisión la causa del incidente. De acuerdo con la televisora estatal RUV, el pistolero, cuyo nombre no fue revelado, era un varón de cincuenta y tantos años que había estado haciendo amenazas a sus vecinos.
Haraldur Johannessen, Comisionado Nacional de la Policía Islandesa, dijo que el incidente del lunes no tiene precedentes.
Islandia, con una población de apenas 320.000 personas, tiene una tasa delictiva muy baja y la violencia armada es sumamente inusual. Los policías regulares no portan armas de fuego.
Las escopetas para caza son legales en Islandia. Muchos islandeses creen que el país rara vez experimenta violencia armada debido en parte a que las pistolas están prohibidas.
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