La oposición india y defensores de los derechos humanos reclaman la destitución de Ranjit Sinha, director de la Oficina Central de Investigaciones de la India (CBI), por una declaración en la que insinuó que hay que "disfrutar de las violaciones".
Según publicó el portal actualidad.rt.com, Ranjit Sinha declaró en una conferencia en Nueva Deli dedicada a la ética deportiva, que "si hay loterías y hay casinos en los complejos turísticos, ¿por qué tendría que ser malo legalizar las apuestas deportivas? Además, ¿tenemos las fuerzas del orden necesarias? Si no se puede garantizar el cumplimiento de la ley, es lo mismo que decir que, si no puedes evitar una violación, disfrútala".
Su extraña analogía provocó un alud de comentarios escandalizados en los medios, que le acusaron de trivializar las violaciones. En respuesta a las críticas, Sinha presentó disculpas oficiales.
"Lamento el daño que haya podido causar. Estaba defendiendo la legalización de las apuestas deportivas y lo que quería decir era que, aunque las leyes no se puedan hacer cumplir, no por ello deben dejar de hacerse. Es erróneo sostener que, si una violación es inevitable, lo que se debe hacer es colaborar y disfrutarla. Reitero mi consideración y respeto más profundos hacia las mujeres y mi compromiso en cuestiones de género", puntualizó.
Sin embargo, las disculpas del policía no convencieron a las organizaciones de derechos humanos, para las que las palabras de Sinha ponen en duda la capacidad real de las autoridades de investigar los casos de violencia sexual. "Lo que me pregunto es si sus compañeros de la CBI, sus familiares y la gente de bien comparten sus opiniones", comentó en su cuenta de Twitter Nirmala Sitharaman, la portavoz del principal partido opositor indio, Bharatiya Janata.
Según algunos grupos activistas, entre ellos la Asociación Progresista de Mujeres de la India, una persona como Sinha no puede seguir al frente de la principal agencia de investigación del país. Este miércoles formalizaron una petición oficial de destitución.
Solo en 2011 en la India se registraron unos 24.000 casos de violaciones, aunque los defensores de los derechos humanos sostienen que la cifra real es mucho más alta debido a que la mayoría de las víctimas calla lo sucedido.
La sociedad india está especialmente sensibilizada sobre el tema de la violencia sexual después de la violación y asesinato de una joven en un autobús en Nueva Deli a finales de 2012. El incidente generó un estado de conmoción nacional que obligó a las autoridades a reformar la legislación respecto a los crímenes sexuales.
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