Sandra Kurdas denunció ayer que la despojaron de la protección que le fue
otorgada cuando regresó al país desde Estados Unidos. A través
de su cuenta de Twitter señaló que hace “responsable a la corte de cualquier
cosa que me pase a mí”.
Dijo que regresó al país por la protección y garantías que le ofreció la Fiscalía del Distrito Nacional.
“Regresé a Rep. Dom. hace un mes por protección y garantías que me ofreció la fiscal Yeni Berenice. Ahora la justicia me la ha quitado”, dice uno de los tuits.
“Me siento muy decepcionada de la justicia. Siento que me ha fallado. Ahora estoy sin protección y con mayor peligro que antes”, agregó.
A través del mismo medio, Kurdas, quien está en proceso de divorcio con el empresario, Frank Jorge Elías, su presento agresor, señaló que es falsa la información de que ella negó durante una audiencias que fuera golpeada por éste.
“Leer esas noticias que están circulando es una prueba más de que yo tenía razón. Siguen las manipulaciones y amenazas. Ahora va a ser mayor”, escribió.
De igual modo, dijo que las acciones para intimidarla no rendirán fruto y que no dejará el país. “Pensé que tendría más miedo ahora y que me iría de nuevo a Florida, pero siento que mi lugar está aquí con mis hijos y mis nietos”, sostuvo.
Jorge Elías fue favorecido con libertad tras ser enviado a prisión por tres meses como medida de coerción luego de que Kurdas se querellera en su contra por violencia de género. La prisión fue variada por una garantía económica de RD$2 millones.
El tribunal
Además de la garantía económica, la Tercera Sala de la Cámara Penal de la Corte de Apelación prohibió al imputado acercarse a menos de 500 metros de los lugares frecuentados por su esposa. Ordenaron a cualquier institución pública que brinde este servicio ofrecer orientación a la familia cuando lo requieran.
La sala, además, dispuso que el imputado presentara a Kurdas un informe de carácter financiero sobre la gestión de los bienes comunes de la empresa, negocios, comercio o actividad lucrativa común. Se le prohibió enajenar, disponer, ocultar o trasladar bienes propios de la señora Kurdas o comunes entre ellos y si ese fuera el caso, la corte también ordena al acusado reponer a Kurdas los bienes destruidos u ocultados.
El tribunal dictó medidas conservatorias respecto de la posesión de los bienes comunes y ordenaron al empresario cubrir los gastos del tratamiento médico que se requiera en el proceso.
El juzgado puntualizó que en la especie solo se registra una agresión física y cuestionó que con más de 30 años de convivencia matrimonial la parte querellante no aportara ningún testimonio que sustentara esas violencias y presiones psicológicas a las que supuestamente ha estado sometida.
Kurdas salió del país luego de la agresión de su esposo.
Dijo que regresó al país por la protección y garantías que le ofreció la Fiscalía del Distrito Nacional.
“Regresé a Rep. Dom. hace un mes por protección y garantías que me ofreció la fiscal Yeni Berenice. Ahora la justicia me la ha quitado”, dice uno de los tuits.
“Me siento muy decepcionada de la justicia. Siento que me ha fallado. Ahora estoy sin protección y con mayor peligro que antes”, agregó.
A través del mismo medio, Kurdas, quien está en proceso de divorcio con el empresario, Frank Jorge Elías, su presento agresor, señaló que es falsa la información de que ella negó durante una audiencias que fuera golpeada por éste.
“Leer esas noticias que están circulando es una prueba más de que yo tenía razón. Siguen las manipulaciones y amenazas. Ahora va a ser mayor”, escribió.
De igual modo, dijo que las acciones para intimidarla no rendirán fruto y que no dejará el país. “Pensé que tendría más miedo ahora y que me iría de nuevo a Florida, pero siento que mi lugar está aquí con mis hijos y mis nietos”, sostuvo.
Jorge Elías fue favorecido con libertad tras ser enviado a prisión por tres meses como medida de coerción luego de que Kurdas se querellera en su contra por violencia de género. La prisión fue variada por una garantía económica de RD$2 millones.
El tribunal
Además de la garantía económica, la Tercera Sala de la Cámara Penal de la Corte de Apelación prohibió al imputado acercarse a menos de 500 metros de los lugares frecuentados por su esposa. Ordenaron a cualquier institución pública que brinde este servicio ofrecer orientación a la familia cuando lo requieran.
La sala, además, dispuso que el imputado presentara a Kurdas un informe de carácter financiero sobre la gestión de los bienes comunes de la empresa, negocios, comercio o actividad lucrativa común. Se le prohibió enajenar, disponer, ocultar o trasladar bienes propios de la señora Kurdas o comunes entre ellos y si ese fuera el caso, la corte también ordena al acusado reponer a Kurdas los bienes destruidos u ocultados.
El tribunal dictó medidas conservatorias respecto de la posesión de los bienes comunes y ordenaron al empresario cubrir los gastos del tratamiento médico que se requiera en el proceso.
El juzgado puntualizó que en la especie solo se registra una agresión física y cuestionó que con más de 30 años de convivencia matrimonial la parte querellante no aportara ningún testimonio que sustentara esas violencias y presiones psicológicas a las que supuestamente ha estado sometida.
Kurdas salió del país luego de la agresión de su esposo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario