Señaló que, en principio, el proceso de adaptación fue traumático debido a que los tristes recuerdos de los sucesos siempre volvían a su mente, por lo que su salida fue orar para que los rostros de los delincuentes que la balearon se borraran de su imaginación.
“Y la verdad que creo que las oraciones hicieron un buen trabajo, el país oró por mí y esas oraciones se notan en la tranquilidad y la paz que yo tengo ahora, lo cual es muy grande, dijo Francina.
Dijo estar sorprendida con los avances de su recuperación, ya que seis meses atrás para ella era impensable estar feliz y cerca de sus amigos.
Francina concedió una entrevista a elCaribe mientras compartía con un grupo de amigas que celebraban su llegada, en un restaurant de la capital.
“Estoy celebrando el hecho de que estoy aquí, que estoy viva con mis amigos, en unas circunstancias en las que la mayoría esperaba que estuviera en una cama lamentándome de mi desgracia”, dijo visiblemente emocionada.
Planes futuros
Sobre sus planes futuros explicó que no hay nada que le produzca mayor satisfacción y mayor felicidad que poder hacer algo positivo, después de toda la tensión y los momentos vividos con su caso. Dijo que cualquier cosa que pueda hacer para ayudar a otras personas con experiencias similares estaría feliz de hacerlo.
Explicó que para ella era una preocupación muy grande el temor de no poder regresar a su ambiente laboral y agradeció la oportunidad que le brindaron en el Consulado Dominicano, lo cual, según ella, fue el mejor regalo y la mejor terapia para olvidar su tragedia.
“Pude sentirme útil nuevamente en estas condiciones haciendo un trabajo voluntario. Para mí era una preocupación muy grande no saber si podía regresar a mi ambiente laboral”, dijo Hungría.
Francina fue sometida a tres operaciones desde que salió del país hace seis meses, actualmente necesita valerse de otras personas para moverse. Informó que tiene cita médica el próximo 12 de junio en Nueva York, donde también le están confeccionando unos ojos de plástico.
Francina Hungría retornó al país este lunes
Con la frente en alto y la misma fe que la llevó a Miami en busca de recuperar su visión perdida, luego ser malograda por malhechores que intentaron robarle su vehículo, Francina Hungría regresó ayer al país junto a su padre.
La joven ingeniera llegó en el vuelo 863 de American Air Line, a las 11:25 de la mañana de ayer y a seguidas expresó que mantiene la esperanza de volver a ver. “Estamos siempre esperanzada”.
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