Delegados de Bolivia, Colombia, Ecuador, Haití, Perú y República Dominicana se reunieron con el subsecretario general de la cancillería Brasileña para temas migratorios, Sergio Danese, para discutir formas de contener la entrada de haitianos a Brasil, que utilizan esos otros países como ruta de tránsito.
Los asistentes decidieron "establecer o reforzar mecanismos de intercambio de información en las áreas migratoria, policial y de inteligencia para monitorear las rutas empleadas por los traficantes, identificar sus dirigentes en la región y los puntos de paso utilizados por ellos, y reforzar el control del flujo de personas por las fronteras", señalaron en un comunicado al concluir la cita la noche del miércoles.
El estado de Acre, en el norte amazónico de Brasil, declaró la emergencia tras recibir en abril 1.100 haitianos en pocos días, después de que 4.500 caribeños habían ingresado desde 2010, cuando comenzó la corriente migratoria tras el terremoto que ese año devastó Haití.
Bajo la ley brasileña, las víctimas de tráfico humano no son deportadas y el país busca mecanismos para facilitar su permanencia legal.
Los participantes de la cita en Brasilia destacaron en la declaración que la migración haitiana es provocada por "redes criminales de tráfico de migrantes" que cobran a los caribeños para trasladarlos a Brasil en condiciones precarias, muchas veces abandonándolos en algún país cercano como Bolivia, Perú o Ecuador.
Para enfrentar ese tráfico, Brasil anunció en abril un aumento en la concesión de visas para que haitianos puedan viajar legalmente desde su país sin necesidad de intermediarios.
Los representantes de los seis países reunidos en Brasil acordaron desarrollar campañas informativas en sus países y en Haití para informar a los potenciales migrantes sobre los riesgos que corren al someterse a una red de traficantes de personas y de las ventajas de aplicar por una visa legal para llegar a Brasil.
Muchos de los haitianos que han llegado al país sudamericano han encontrado empleo en áreas de servicio, como limpieza de edificios y calles, así como la construcción. Gran parte de ellos llega con el compromiso de enviar dinero a sus familiares en Haití.
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