¡No a los 20 pesos de los diputados!

No comprendemos a los diputados que se han empecinado en imponer un nuevo impuesto a los usuarios de la telefonía en el país. Ya lo intentaron cuando comenzábamos a recibir los latigazos de la última reforma fiscal. El rechazo fue abrumador, y ahora, sin más ni más, vuelven con semejante despropósito.

Hablamos de los propulsores de la implantación de la plataforma del servicio de emergencia, conocido popularmente como 911, que según pretenden caería  sobre las espaldas de los consumidores, que se asumen como los beneficiarios del plan.

Se puede decir que los diputados están imbuidos de las mejores intenciones, pero pierden el sentido de la realidad cuando pretenden gravar con veinte pesos mensuales a los consumidores de un servicio sobrecargado de impuestos y con unos niveles de eficiencia en los cobros de las empresas que matan a los clientes. Es tan fuerte el régimen impositivo que a las propias compañías les irrita, y algunas se lo señalan a los clientes.

En las últimas facturas Claro detalla los siguientes impuestos:
-18% del ITBIS, artículos 335 y 341 del Código Tributario, que aplica sobre los servicios y la transferencia de bienes;
-El 2% de la Contribución al Desarrollo de las Comunicaciones. Artículo 45 de la Ley 153-98, aplicada a los servicios de telecomunicaciones.  De paso, dígase que ya el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel), ha denunciado que el 50% de esos recursos va al Fondo General de la Nación. Es decir, que no se invierten en el área para la cual fue creado el gravamen.
-El 10% del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC), artículo 381 del Código Tributario. Aplica a los servicios de telecomunicaciones.

Esa carga impositiva se traduce en menos tolerancia hacia los clientes. Con razón, mucha gente se queja abiertamente. Esos diputados, si fuesen sensatos, miraran hacia otro lado.

Ante semejante desaguisado, hay que pronunciar un rotundo y definido No. Es otro  intento de desgarrarnos aún más los bolsillos.