¡Sin tropiezos!

Cuántas veces nuestros anhelos nos hacen pensar que nada nos llena y es cuando buscamos cosas o personas en lugares equivocados que simplemente no encajan en el rompecabezas de nuestras vidas, donde sólo DIOS es la pieza que encaja a la perfección. Únicamente Él llena los vacíos de nuestros errores, pecados, deseos y necesidades.

Es así como recibimos satisfacción, impulso y propósito en las buenas y en las malas. De ahí que renovarte y lograr tu felicidad es redescubrir los motivos perdidos, avivar la pasión en un suspiro, retomar la confianza humillada, graduarnos de nuestros errores, sofocar el miedo con nuestra risa, vigorizar la fe para no dejar el camino, intimidar al orgullo con una oración sumisa y amar no importando los tropiezos.