A un solo grito, familiares, amigos y vecinos de “Valen”, como le decían en su comunidad, piden que se haga justicia. Su desconsolada esposa, Aimé Medina, frente a su ataúd le pedía que se levantara.
“¡Mi amor, levántate, levántate mi vida!”, exclamaba entre lágrimas la madre de dos de sus siete hijos.
Hombres y mujeres no dejaban de elogiar las dotes humanas del alcalde. “No sólo lo asesinaron a él, también a muchos residentes de aquí, quienes ahora pasarán hambre”, dijo Claudio García, mientras las lágrimas corrían por sus mejillas.
Al funeral asistieron el secretario general de la Liga Municipal Dominicana, Johnny Jones, y el senador de la provincia de Azua, Rafael Calderón. Este último expresó que se mantendrá al tanto de las investigaciones del hecho.
La abogada de la familia, Zaida Carrasco, señaló que hay pruebas contundentes para que el exteniente de la Policía Nacional, Noé de la Cruz Acosta, quien fue captado por las cámaras de seguridad mientras cometía el hecho, reciba la pena máxima.
Previo al sepelio, los restos de Valentín García fueron velados en la residencia materna. Luego trasladado a la Junta del Distrito Municipal de Las Lagunas, donde se le hizo una guardia de honor. La bandera estaba a media asta.
Los hechos
Existen varias teorías en torno a la muerte del alcalde azuano. El abogado de la defensa, Miguel Mateo Calderón, asegura que el homicida repelió un ataque de la víctima, lo que demostrará en los tribunales. Mientras que Guillermo Rosario, abogado que se constituirá en parte civil en representación de la familia del alcalde asesinado, dijo que no hubo agresión alguna, por lo que descarta la teoría de la legítima defensa.
Rosario afirmó que el agresor le preguntó a la víctima por un hombre llamado “Yoel”, de quien había recibido información de que era novio de su exesposa, y éste le contestó que no habla de los asuntos personales de otras personas. Ante la respuesta, el agresor pensó que se trataba de “Yoel” y le hizo un primer disparo , pero al notar que estaba vivo, lo remató con otros dos.
El exteniente fue enviado a Najayo por tres meses
A Noé de la Cruz Acosta, quien fue cancelado de la Policía, le fue impuesta una medida de coerción de tres meses de prisión a cumplirla en la cárcel Najayo-Hombres, de San Cristóbal.
La Defensa había solicitado que la prisión preventiva se cumpliera en una cárcel policial. Antes de conocerse la medida de coerción un coronel de la Policía impidió que el acusado esperara su turno en una celda con los demás reos y se lo llevó hasta que se iniciara el proceso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario