La famosa Puerta del Sol de Madrid, lugar donde hace un año nació el movimiento social 15M, volvió ser escenario ayer de una protesta que se ha extendido globalmente y que este sábado sacó a miles de personas a las calles de Europa.
A pesar del férreo y faraónico dispositivo de Seguridad, los "indignados" españoles marcharon por las avenidas de la capital, Barcelona y de otras 79 ciudades, y desbordaron la emblemática plaza, tomada por la Policía.
En ella confluyeron las cuatro marchas que partieron a primera hora de la tarde desde cuatro puntos diferentes de la capital de España.
Las movilizaciones transcurrieron sin incidentes, en un ambiente lúdico y reivindicativo, enmarcado por los cánticos de los "indignados" que corearon lemas ya conocidos como "lo llaman democracia y no lo es", "el pueblo, unido, jamás será vencido" o "pueblo, despierta, se acabó la siesta".
Muchos de los congregados portaban carteles con las frases "banquero ayudado, ladrón indemnizado", "no a la estafa de Bankia" (banco español que deberá ser rescatado por el Gobierno) o "A nosotros ¿quién nos rescata?", además de otras contra los recortes en la educación y la sanidad pública, y contra la reforma laboral.
Las autoridades españolas han advertido a los manifestantes que deben comenzar a dispersarse a las 22.00 horas local (20.00 GMT), pero algunos colectivos ya han anunciado que sus acciones sobrepasarán ese horario.
En París, diversos actos festivos y lúdicos pusieron fin a la marchas, que comenzaron por la mañana en diferentes puntos de la ciudad y convergieron en el antiguo mercado de abastos, tomado por los antidisturbios.
Los organizadores leyeron, además, u texto en el que recordaron que "han florecido en el mundo entero, movimientos sociales y ciudadanos, horizontales, solidarios y no violentos para exigir y construir una democracia real".
Más al norte, en Bruselas, más de 700 personas se manifestaron en el marco de la convocatoria mundial, según datos de la policía, en su mayoría belgas y españoles residentes en la capital belga.
Los manifestantes marcharon por las calles y se manifestaron ante lugares de valor simbólico para las protestas, como el Banco Nacional belga o el Palacio de Justicia.
Uno de los lemas más coreados en la marcha fue "Somos el 99%", que "deja bien claro que la mayoría somos los que pagamos la crisis, mientras que el 1 % son los que se están aprovechando y ganando dinero con ella", según dijo a Efe Gonzalo Amandi, ciudadano español residente en Bruselas.
La marcha, que se desarrolló sin incidentes, concluyó en la Porte de Hal, una de las puertas de la antigua muralla medieval que rodeaba la capital belga, donde se han organizado una decena de asambleas.
En Londres, los "indignados" iniciaron la protesta pacífica a los pies de la catedral de San Pablo, en pleno distrito financiero de la City.
El grupo "anticapitalista" Occupy London pidió a sus simpatizantes que llevaran tiendas de campaña, en un aparente reto a la policía, que hace seis meses ya desalojó una acampada de protesta tras una larga batalla legal.
Entre sus actividades, los "indignados" visitaron instituciones ubicadas en el distrito financiero, como bancos, fondos de inversión o compañías privadas que, según ellos, forman parte del 1 por ciento "que ocasionó la crisis económica y continúa beneficiándose de ella".
En Portugal, cientos de personas se congregaron en el centro de Lisboa y en otras seis ciudades para unirse a un movimiento eminentemente europeo en protesta contra las políticas de austeridad y la precariedad laboral.
Entre quinientas y mil personas partieron de la plaza lisboeta de Rossio y desfilaron con pancartas, tambores y bocinas por la Avenida Liberdade bajo el lema "Indignación y Cambio".
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