Ya se sabe que cerca de 1.4 millón de usuarios no paga la electricidad que consumen. Esta cifra incluye hogares y negocios de todo tipo: talleres de ebanistería y soldadura, salones de belleza, discotecas, pequeñas industrias, colmados y colmadones, entre otros. En cualquier casa promedio de República Dominicana hay un televisor, una radio, un DVD player, una nevera, un abanico, cinco bombillos, una licuadora, un acondicionador de aire y en muchos casos un inversor. En todos los casos el consumo de electricidad excede los 200 kilovatios hora al mes.
El déficit estimado de las distribuidoras en 2011, aunque primero se apartó US$350 millones como parte del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), será de US$700 millones.
Aquí no se incluye la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales y el pago a suplidores, lo que implica un subsidio que superará los US$1,000 millones para el sector.
El vicepresidente ejecutivo de la CDEEE, Celso Marranzini, afirmó en diciembre que su mayor preocupación es que aún hay más de un millón de usuarios que no paga la electricidad que consumen.
CuestionamientoAnte la evidencia de las declaraciones de Marranzini y las estadísticas sobre los usuarios que no pagan el servicio y tampoco se les mide, surge la interrogante: ¿El problema del déficit se resuelve con la aplicación de una tarifa técnica? Los expertos Edwin Guerra y Bernardo Castellanos consideran que el problema fundamental que provoca el déficit de las distribuidoras no está en la tarifa. Todo lo contrario, consideran que la tarifa tiene un subsidio cruzado que penaliza a los usuarios.
“Se argumenta que el fraude generalizado y la cultura del no pago es la causa principal de unas pérdidas en aumento y que para el 2010 significaron el 41.4% de la energía suministrada a las Edes. Este informe demuestra que el fraude apenas representa la cuarta parte de las pérdidas y que su causa principal es la falta de medición de 1.56 millones de hogares (32%), seguida de las pérdidas técnicas (24%) y deficiente gestión de cobro (16%). La ausencia de medición es por ley responsabilidad de las Edes”, sustenta Guerra en su estudio titulado “Nuevo paradigma del sector eléctrico y propuestas prácticas de solución”.
En su trabajo plantea que el 49% de los usuarios conectados no medidos tienen un contrato de factura fija, pero que el 80% de estos no paga la factura. Se justifican, dice, en el mal servicio y aprovechan la “imposibilidad” de ser penalizados con la suspensión del servicio. El restante 51% son usuarios “invisibles” que las Edes no tienen registrados.
Resultados 2010Acerca de la falta de facturación del servicio y a los usuarios que no pagan, los tres administradores de las Edes fueron cuestionados por LISTÍN DIARIO a finales de 2010. ¿Por qué un millón de dominicanos que recibe en sus hogares el servicio no lo paga? Ninguno se refirió al hecho de que el problema está relacionado con las debilidades de gerencia, pero sí a la falta de inversión en redes de distribución.
El de Edeeste no respondió. Lo que también se sabe es que desde 2005 el subsidio ha requerido de US$5,200 millones, incluyendo los US$700 que las distribuidoras requerirán este año, sin incluir a la CDEEE y el pago a los suplidores.
El déficit que por año afecta el servicio deja al descubierto que en términos de eficiencia administrativa no se ha hecho nada que impacte positivamente las finanzas de las empresas eléctricas.
Los números también muestran que aún está presente la sombra del clientelismo que por más de 40 años afectó lo que debió ser un negocio rentable, independientemente de que esté en manos privadas o estatales.
Al comparar la tarifa actual con la propuesta por Inecon, que le hizo el estudio que serviría de base para su aplicación, el resultado establece que los de menor consumo recibirán incrementos que superan el 100%, ya que el que consume 200 kilovatios, que hoy paga cerca de RD$956, pasaría a pagar RD$1,891.51 al mes.
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