"Esperamos que una alta temperatura tropical en la superficie oceánica del Atlántico combinada con temperaturas tropicales neutrales en el Pacífico contribuyan para un activa temporada de huracanes”, dijo Phil Klotzbach, experto en pronóstico de huracanes de la Universidad del Estado de Colorado (CSU).
Un equipo de expertos de esa Universidad pronostica que en 2011 la actividad ciclónica estará un 175 por ciento por encima de lo normal.
La alta actividad ciclónica pronosticada este año se debe a la presencia del fenómeno climatológico conocido como "La Niña" en el Pacífico, que incide en una baja de la temperatura de las aguas en ese océano y una mayor temperatura en el Atlántico, además de condiciones atmosféricas globales, señala el estudio.
"Desde 1995 estamos en un período que favorece el fortalecimiento de los huracanes en la Cuenca Atlántica, y se espera que esto continúe por los próximos 10 o 15 años", dijo por su parte el científico William Gray, del equipo de expertos en ciclones tropicales de la CSU.
Salvo la muy destructiva temporada de huracanes de 2004-2005, los residentes de las costas de Estados Unidos no han tenido que afrontar grandes impactos de huracanes desde 1999.
"Este período reciente en el que 9 de los 11 años no hubo eventos de grandes huracanes no se espera que continúe", advirtió Gray.
Los científicos recomendaron a las poblaciones costeras que estén preparadas "más allá de que la temporada sea más o menos activa".
El estudio indica que las probabilidades de que un huracán mayor, con vientos por encima de los 178 km/h, alcance las costas de Estados Unidos son este año de un 72%, muy por encima del 52% en promedio.
En tanto, existe un 61% de probabilidades que un huracán mayor impacte en el Caribe, según los expertos.
La temporada de huracanes en el Atlántico se extiende durante seis meses, entre junio y diciembre, y el mayor número de tormentas tropicales se forma entre septiembre y octubre, considerado el pico de la estación.
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