El impacto del cólera en el país aumenta, pese a los esfuerzos preventivos que desarrollan las autoridades sanitarias para contrarrestar la expansión de la enfermedad que ha afectado a 73 personas en el territorio nacional.
Desde que inició la epidemia en el vecino Haití, en donde 2,591 personas han muerto, el Ministerio de Salud Pública ha analizado más de 400 casos sospechosos de la enfermedad con pruebas de cultivos y advirtió sobre la peligrosidad de bañarse, pescar o utilizar las aguas de los ríos Ozama, en su trayecto del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, y Artibonito, por la zona de Bánica y Pedro Santana, en el Sur.
También en el río San Juan, en su recorrido cercano a Villalpando, en donde se diagnosticaron dos pacientes con cólera.
El ministro de Salud Pública, Bautista Rojas Gómez, aseguró que en el río Ozama se detectó la presencia de las bacterias Escherichia coli y Shigella, ambas presentes en las heces fecales. El funcionario explicó, sin embargo, que hasta el momento no se ha detectado la Vibrio cholerae que produce el cólera en humanos.
El caso del río San Juan requiere mayor atención porque sus aguas desembocan en el Yaque del Sur, una situación que amplía la alerta a un mayor número de poblaciones de la región. “Nos mantenemos vigilantes en las poblaciones cercanas al Yaque del Sur. De toda forma, las aguas corren y aumentan río abajo y pueden llevar menos bacterias”, dijo Rojas Gómez.
El primer caso de la enfermedad se detectó en Higüey, después de que las autoridades anunciaran el establecimiento de “un cordón sanitario” en la frontera. Se trató del haitiano Wilmo Lowes, de 32 años, un obrero de la construcción que viajó a su país el 31 de octubre y regresó el 12 de noviembre con vómito y diarrea.
Luego del caso de Lowes el presidente Leonel Fernández convocó a una reunión al Palacio Nacional para tratar el problema del cólera con autoridades sanitarias, el Colegio Médico Dominicano y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
En el encuentro se tomaron una serie de medidas que, sin embargo, no se pusieron en ejecución, como la regulación de las ventas de alimentos en las calles.
Investigan muerte de agricultor
El ministro de Salud Pública, Bautista Rojas Gómez, informó que se investiga la muerte del agricultor Alfredo Collado Álvarez, de 53 años, quien falleció producto de una “neumonía agravada con una insuficiencia renal aguda”, después de que hace varios días se le diera de alta como paciente de cólera. Collado Álvarez, residente en la comunidad Las Lavas, del municipio Villa González, murió ayer en el hospital José María Cabral y Báez, de Santiago.
El médico Víctor Silverio, quien atendió al paciente, atribuye la muerte al cólera. Sin embargo, el director del hospital, Nelson Báez Noyer, informó que el paciente permaneció por cuatro días en el centro, afectado con la fatal enfermedad, fue despachado al parecer curado, pero fue reingresado con problemas de neumonía. Dijo que el hospital tenía dos pacientes de cólera y dio de alta a uno en la tarde de ayer.
En tanto que la esposa del agricultor muerto y algunos parientes y vecinos afirman que su muerte se produjo a causa de cólera y que las autoridades de Salud Pública quieren ocultar que en Villa González hay un brote de la enfermedad.
Tras lamentar lo sucedido, pidieron a Salud Pública mayor atención a la comunidad de Las Lavas, donde hay más de 10 casos de cólera, a consecuencia de la insalubridad que allí se vive.
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