
SE ENCUENTRAN RECLUIDOS EN HOGAR CREA MENORES, EN TAMBORIL
Jóvenes menores de 18 años ofrecieron impactantes declaraciones de diversos actos atroces que cometieron guiados por el consumo y tráfico de drogas, inspirados en ocasiones por la irresponsabilidad de sus padres y la mala influencia de otras personas.
Sus testimonios fueron presentados en una serie especial realizada por la periodista Ana López, para el noticiario conducido por Roberto Cavada, el cual es trasmitido por Telesistema, canal 11.
Los menores se encuentran recluidos actualmente en el centro de reformación Hogar Crea Menores, en la comunidad de Tamboril, Santiago, y confesaron desde allí cómo cayeron victimas en el tráfico y consumo de drogas y de qué forma esto les arruinó el inicio de sus vidas.
“Yo una vez me metí en un almacén y me robé 70 mil dólares. A mi no me pudieron agarrar, pero agarraron a dos que andaban conmigo. No se todavía el paradero de ellos”, reveló uno de los internos, quien también admitió que consumía marihuana, crack y cocaína ó perico, como se reconoce comúnmente en las calles.
Todos estos jóvenes no alcanzan la mayoría de edad. La vida que han llevado ha girado en el desenfreno sexual, el abandono de sus progenitores, el abuso por parte de adultos, el tráfico y consumo masivo de drogas, entre otros males, apuntó la periodista.
“A mi me decían, llévale esto a tal persona”. Mi abuela salía a trabajar y yo me quedaba en las calles, eso fue lo que me metió en las drogas”. “Las drogas me las brindaba un amigo y por curiosidad probé”. “Yo me juntaba con personas que consumían y ellos me llevaban a sus puntos”, explicaron los jóvenes.
La periodista Ana López, explicó que estos jóvenes delataron que las calles eran su único camino y que de esa forma cayeron en una trampa de la que no han podido salir, en la que adultos delincuentes los mantuvieron, debido a su dependencia a las drogas.
Mientras tanto, estos adolescentes luchan por salir de su adicción y por tratar de rehacer sus vidas y las de sus familiares, las cuales han sido manchadas por su escalofriante pasado.
“Yo noté el sufrimiento que estaba pasando mi familia y dije no, ya yo no puedo. Esto es un mundo muy oscuro el cual no tiene salida, si uno no busca ayuda a tiempo”, fueron las palabras de arrepentimiento por parte de unos de los menores que no fueron identificados por razones de seguridad.
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