La nave privada, rentada por las autoridades dominicanas, aterrizó a las 7:30 de la noche en el aeropuerto internacional Las Américas.
Sobeida Félix Morel no intercambió una palabra en todo el trayecto, ni con los tres agentes federales que la custodiaban, ni con los funcionarios que fueron por ella a Puerto Rico: el fiscal del Distrito Nacional Alejandro Moscoso Segarra, el procurador adjunto Frank Soto y el fiscal adjunto José Dantés Díaz.
El equipo, y toda la prensa dominicana, la esperaba en el aeropuerto de la base aérea de San Isidro, pero el avión aterrizó en el AILA debido al mal tiempo.
“La señora Sobeida Félix Morel solicitó al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (de Puerto Rico) su salida voluntaria, la cual fue concedida”, reveló anoche por teléfono a LISTÍN DIARIO Iván Ortiz, portavoz del organismo.
Según el funcionario, la salida voluntaria es un recurso que excluye la deportación o la extradición y al que cualquier persona puede recurrir. Al acogerse al beneficio, esa persona puede volver a solicitar visa y entrar legalmente a territorio norteamericano, siempre y cuando el Departamento de Estado de EEUU acceda a ello.
El martes, una fuente informó a LISTÍN DIARIO que Félix Morel había sido trasladada de la cárcel federal de Guaynabo a otro recinto fuera de la jurisdicción federal, aunque seguía bajo custodia del FBI.
Desde entonces nadie la vio hasta su regreso a Santo Domingo.
Durante cuatro días (Félix Morel se entregó a las 6:50 de la tarde del sábado) se dijo que Figueroa Agosto había negociado su entrega a cambio de la seguridad de Sobeida; que iba a ser procesada por la justicia federal para evitar su deportación a República Dominicana; que la investigaban por su vínculo con el narcotráfico, y hasta que estaba embarazada.
El lunes, las autoridades dominicanas iniciaron el proceso de deportación desde Puerto Rico de la prófuga de la justicia. Ese día, el cónsul general dominicano en San Juan, Máximo Taveras, dijo a LISTÍN DIARIO que hasta ese momento sólo se trataba de una indocumentada y que estaba por visitarla en prisión, aunque entonces no sabía que Félix Morel había sido llevada a otra cárcel, igual que su hermana.
En la corte federal, en San Juan, se esperaba que Sobeida fuera presentada para que se le leyeran sus derechos pero nunca apareció, nunca la acusaron y pocos funcionarios dieron razón de ella hasta este miércoles.
Ayer, la portavoz de la Fiscalía de Puerto Rico, Lymarie Lloret-Ayala, fue la primera.
“La jefa de la Fiscalía Federal, Rosa Emilia Rodríguez, y el director del Servicio de Migración y Control de Aduanas, Roberto Escobar, se reunieron con autoridades dominicanas”, dijo Lloret a LISTÍN DIARIO. La suerte de Félix Morel estaba echada y horas después viajaba rumbo a Santo Domingo.
Tras una hora de vuelo, cansada por el trajín del día, dubitativa siempre, Sobeida se maquilló en el avión antes de bajar. Iba vestida de negro.
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