Fuentes estrechamente vinculadas al operativo que culminó al día siguiente, sábado, con el arresto del fugitivo narcotraficante, dijeron que la información de inteligencia fue servida a las autoridades dominicanas para que estuviesen atentas a la evolución de los operativos del día siguiente.
De acuerdo con las fuentes, el jefe de la Policía dominicana y el presidente de la Direccion Nacional de Control de Drogas, ya estaban el viernes en la noche al tanto de estas expectativas.
Una vez confirmado el éxito de la operación, las autoridades dominicanas lo comunicaron al presidente de la República y, luego, partieron hacia esta ciudad para estar presentes en el manejo del caso.
El seguimiento a Figueroa Agosto se intensificó a raíz de las evidencias fílmicas que lo mostraban junto a Sobeida Felix Morel, en una plaza comercial local en marzo pasado. Estas imágenes fueron las primeras que daban una idea real de su paradero hasta entonces desconocido.
La Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA) y los representantes de otras agencias tuvieron una reunión que fue calificada de “decisiva” la semana pasada con el gobernador Luis Fortuño.
Fuentes dijeron al LISTÍN DIARIO que en ese momento se tenía un cuadro bastante aproximado de la estrategia y logística para la captura de Figueroa Agosto.
Las pistas que estaba dejando, al parecer inadvertidamente, permitieron a las autoridades puertorriqueñas darle el seguimiento que culminó a las 11 de la manana del sábado en la esquina de las calles Loíza y Degetau, del centro de Santurce, vecindario donde viven muchos dominicanos.
Las pistas
El presidente de la DNCD explicó que el narco boricua había adoptado cuatro diferentes identidades con las cuales se mostraba a determinado estrato social.
Así, Figueroa Agosto se llamó también Felipe Rodríguez de la Rosa, Christian Almonte Peguero, Ramón Sánchez y Felipe Rodríguez.
De acuerdo con el nombre que adoptaba, explicó el funcionario, el detenido se codeaba con la clase alta dominicana o compartía con la clase baja.
En todo caso, agregó, hacía negocios reñidos con la ley: lavando dinero con gente acomodada, o colocando drogas en los barrios de Santo Domingo.
El funcionario dominicano también habló de las excentricidades del capo boricua.
“Figueroa Agosto tenía la costumbre de comprar dos apartamentos en un mismo edificio o toda una manzana, si se trataba de una casa, y las conectaba entre sí siempre, simplemente por el hecho de que de esa manera podía fugarse cruzando de una a otra sin levantar sospechas.
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